Bueno, pues este jueves volvimos a ir a las Moreras después de 2 semanas sin ir por los examenes. Los niños nos recibieron con ilusión y con ganas de jugar. Hicimos juegos con globos, pero no había manera de que todos los niños tuvieran su globo para empezar a jugar sin que otro se lo explotara. Pero al final conseguimos que cada niño se quedara en un banquito, por separado esperando a que todos tuvieran su globo, y fue muy gracioso verlos sentaditos cada uno en un banco por todo el patio.
Me llenaron de besos, de abrazos, de risas. Pero después de toda la tade, tengo que decir que me quedo con esta sonrisa:
