domingo, 14 de febrero de 2010

Experiencias en el comedor social

Me presento, soy Helena. El otro día, fuimos a visitar el comedor social de los Trinitarios. Solo a visitar, ya que no podemos participar como voluntarios hasta los 18, y hay una lista de espera larga para ser voluntario, afortunadamente.
El encargado, nos enseño las instalaciones y nos llevo al comedor propiamente dicho, donde se sirven las comidas.
Nos puso un video, que la verdad, lo que más me impactó fue una usuaria del comedor, joven, de unos 35 años, muy envejecida. Con una cirrosis irreversible.
Y de verdad, hay que ver eso para decirte a ti mismo, cambia el chip, porque a ti también te podría pasar.
Nos habló de estadísticas, de cuando venía más gente, y que tipo de gente. Y claro, con la crisis, desgraciadamente ha aumentado la petición de los servicios del comedor. También, aparte de dar comida, tienen servicio de guardarropas, duchas... En definitiva, lo mínimo para que la gente que vive en la calle cumplan sus necesidades básicas. Y les ayudan para que salgan de esa situación.

Estuvieron con nosotros dos personas, que viven en la calle, un hombre y una mujer.
Nos contaron sus historias, la mujer, había tenido que huir, y de repente se había visto en la calle y sola. Pasó una época muy mala, y al conocer a este hombre y venir hacia Córdoba, gracias a este comedor se recuperó de su enfermedad.
Y el hombre, nos contó como se habia ido fuera a trabajar, y al volver, igual que su actual mujer, se vió sin casa, sin trabajo y sin nada. Tuvo que vivir mucho tiempo en la calle, aguantando como gente casi de nuestra edad, le molestaban cada noche, tanto, que incluso llegó a temer por su vida. Eso es lo que más me choca, como alguien, por muy bebido que esté, no hay excusa, puede molestar a estas personas, que han tenido que sufrir mucho, y encima, aparte de las preocupaciones que tienen, hambre, frío, sed, tengan que aguantar algo semejante. No entiendo como la gente no puede tener un poquito más de humanidad, aunque sea un poco, y por lo menos, no tirar piedras o molestar de cualquier manera a la gente que vive en la calle, porque, bastante tienen ya con sus vidas, y hay que tener en cuenta, que ellos están así por situaciones que le podría pasar a cualquiera, tanto a jovenes como nosotros, como a ancianos, a cualquier tipo de persona.
Gracias a este comedor, estas dos personas, y muchas más, están empezando a salir adelante, y tienen en él un gran apoyo para hacerlo, tal y como lo están haciendo, estas dos personas que estuvieron con nosotros.

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